martes, 30 de abril de 2013

It's you, it's only you.

Son ya 548 días los que me has aguantado, más de 548 sonrisas las que me has sacado, demasiadas las lágrimas que has tenido que secarme, y aún así, hoy, sigues aquí. A mi lado. Es curioso, muy curioso el modo en el que empezó todo, y es que cuando menos te lo esperas aparece esa persona que te reconstruye, que arregla lo que otros rompieron y que creías irreparable, que vuelve a dibujar la mejor de tus sonrisas en la cara. Entonces apareciste tú, y pusiste patas arriba mi vida. No me cansaré de repetírtelo aunque tú te canses de leerlo: Te quiero, y voy a estar siempre a tu lado cuando me necesites. Aún no sé cómo agradecerte que aparecieses en mi camino, que seas parte de él y que siempre estés para levantarme cuando caigo. No sé cómo agradecerte que decidieses tirarte a la piscina, sin red y sin frenos de ningún tipo y que acelerases de nuevo mi corazón. Apareciste cuando más lo necesitaba y cuando menos pensé que lo necesitaba. Eres parte de mí, y pase lo que pase en un futuro, has sido, eres y serás alguien y algo para mí que nunca olvidaré. Gracias por hacer volar a este pájaro sin alas, gracias por devolverme la felicidad. Te quiero.

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