miércoles, 28 de diciembre de 2011

Pájaro.

¿Sabes esas personas que aparecen en tu vida por casualidad y desde que aparecen hacen de tu día a día algo más por lo que sonreír? Bien, yo las tengo contadas con los dedos de una mano, pero las que tengo hacen verdaderamente especiales los días, y hoy precisamente es el cumpleaños de una de mis muchas sonrisas. Quisiera extenderme, hacer una felicitación en condiciones, pero se dice que quien calla otorga, y yo con mi silencio y mi falta de palabras otorgaría muchísimo más de lo que puedo expresar con las palabras, pero aún así, no callo.
Atrevido, descarado, sobrado, amable, romántico, cariñoso, troll… son solo alguno de los adjetivos que se le podrían atribuir, pero todos se quedarían cortos. Sin embargo, uno de los que más me gusta es: pájaro. ¿Porque vuela?¿Porque despliega sus alas cambiando de nido? No. Porque por muy atado que esté es libre, y deja libre a los que quiere. Libre porque se la suda lo que puedan pensar los demás, libre porque no sigue estereotipos por mucho que se los marquen, libre porque es diferente de lo que le rodea. No le conoces solo con cruzar dos palabras, tienes que pasar más de un rato a su lado para comprender, que por muchos años que pueda tener es un niño pequeño, o un adulto con síndrome de Peter Pan. En cualquier caso, es una de mis sonrisas favoritas, y me encanta besarla, para qué negarlo. Está loco, loco de atar, pero con su locura hace que todo sea más fácil, que las palabras fluyan solas, que los días pasen volando a su lado, que sea sencillo contarle todo, que no se nos quede nada en el tintero, que no nos quedemos con ganas de decir ni hacer nada, que no se agobie cuando no paro de hablar, que la sonrisa a su lado sea mi uniforme diario, que la confianza surja sin darnos cuenta… Y un largo etcétera.
Gracias es lo único que me queda por decir, que si me sigo extendiendo, se lo creerá más de lo que ya se lo cree. Gracias por el día a día, y porque no cambie con el paso de los años.
"He caído sin quererlo en tu gravedad"

lunes, 19 de diciembre de 2011

Set fire to the rain.

Sus sábanas parecen olas, y la mar parece tempestuosa. Oleadas de besos se mezclan con las sonrisas más sinceras, silencian las palabras que rondan sus cabezas y apagan el faro de su sensatez. Una mirada, un beso, una sonrisa, son suficientes.Abrazan los momentos como si fueran siempre los últimos, aprovechan cada milésima de segundo que les dista de decirse "hasta luego" y no necesitan rellenar silencios con palabras. Viven el día a día y no se preocupan del mañana, pero en el fondo, ambos, saben que hay algo más. Algo que hace que cuando se separan se echen de menos, algo que hace arder la lluvia.
"Tú al redil de mis instintos"

viernes, 16 de diciembre de 2011

Querido General Sherman.

Querido General Sherman,
Le escribía para darle las gracias por prestarme la comodidad de sus ramas y decirle que en su copa se está como en ningún sitio, a más de 83 metros del suelo. Casi no llega el oxígeno, pero es parte de su comodidad. Quizá hace un poco de frío, pero sus ramas me protegen. Le informo de que ,si no le resulto molesta, volveré dentro de poco, ya que los ojos de aquel pájaro que vivía en su copa en cierto modo me cautivaron. No sé si fue la falta de oxígeno o la comodidad de sus ramas, pero me sentí como si nada fuera real, como si mis alas se hubieran quedado paralizadas entre aquellas hojas, ya que cuando tuve que descender de su copa, a cada aleteo me sentía más débil, más dentro de la realidad y con ganas de volver en ese mismo instante al calor de sus ramas. Prométame que aquel pájaro volverá y yo estaré allí, para averiguar qué es lo que me hace querer volver a verle...
"Para siempre es mucho tiempo, una noche poco rato. Me jugaría la boca por morder tus labios"

martes, 6 de diciembre de 2011

Un juego de niños.

Es tan solo un juego en el que no puede haber perdedores, no nos podemos enganchar a él, recuérdalo bien o perderás.Sí, se está tan a gusto entre tus brazos y tan a gusto al calor de una manta en estas tardes de invierno, pero es un juego peligroso... Sí, los dos tenemos una coraza inquebrantable, heridas de guerra en carne viva que nos hacen más sensatos, que nos frenan y nos permiten evitar daños, pero hay un arma que como quiera romper toda barrera lo hará, y hay que estar alerta para evitarlo.





No esperes que me quede un rato, ni mucho menos, para siempre.
No esperes que me haga adicta de tus besos, mucho menos, de tus labios.
No esperes que te mire diferente, mucho menos, que me pierda en tus ojos...
(...)
:)