domingo, 18 de marzo de 2012

Arde.

Fuera llovía. Pero dentro, muy dentro, justo en el centro de su vida, ardía un fuego impresionante, que llenaba cada espacio en ellos y que se extendía por cada nervio de sus organismos. Sus ojos tenían un brillo extraño, ese brillo que tiene la felicidad. Sonreían sus ojos fijos en los del otro deseando que el tiempo no existiese y que por tanto no hubiera nada que les separase y no hubiera que decirse “hasta mañana”. Las sábanas eran su mejor escondite y sus brazos el castillo infranqueable en el que ella se quería quedar, protegida de todo mal del mundo. Su sonrisa era su motor diario, y su voz y sus bromas, su gasolina para continuar el día a día. Desde hace tiempo, se ha dado cuenta que no puede continuar sin su sonrisa, sin perderse en sus ojos; y le da miedo, pero es feliz.
"Asegurarme tu sonrisa es mi rutina preferida"

lunes, 5 de marzo de 2012

Pequeños detalles.

La vida me ha enseñado que la felicidad es muy relativa y que está hecha de los pequeños detalles del día a día, de esas sonrisas que te sacan cuando más lo necesitas, de rodearte de los que más quieres y de dejar, al menos por un momento, las preocupaciones de lado. Su simple sonrisa, una llamada inesperada de un amigo al que extrañas, que se solucionen pequeñas riñas, que él te diga que te llamará, el "nacimiento" de un nuevo hobbie, el abrazo de la enana de tu hermana... cualquiera de estos y otros innumerables detalles te sacan la más grande de las sonrisas y aunque sólo sea por un momento, te hacen feliz.
Ten en cuenta los pequeños detalles. A veces nos cerramos en lo mal que estamos, en lo gris que es la vida...blablabla. y no vemos que hay personas a nuestro alrededor que se están dejando la piel con sus pequeños detalles o con sus detallazos para hacernos un poquito más felices cada día.
"No quiero un final feliz, sólo quiero serlo"

sábado, 3 de marzo de 2012

Arquitectos de algo nuevo.

No hay día que pase a su lado que no vuelva a casa con una sonrisa en la cara. No sé cómo lo hace pero desde hace un tiempo es él el que hace que los días más grises tomen color, el que me saca una sonrisa cuando más lo necesito y cuando menos ganas tengo de sonreír; es él el que sólo con un abrazo me reconforta, el que hace de mis domingos, astrománticos, el que hace que no quiera separarme de él y por eso atrase alarmas, el que hace redondos mis días más especiales, el que me aguanta y escucha como pocos.
El amor, el cariño, no se demuestra con palabras, ni siquiera con el "te quiero" más sentido, sino con hechos, en el día a día, con detalles que hacen que sepas que cuentas con esa persona y que esta persona te quiere. Hace mucho que no sentía esta felicidad, esta paz, que no sonreía así y todo esto y más lo ha logrado una sola persona. Lo ha logrado él.
"He secuestrado el olor de tu cuello para dormir mejor"