lunes, 4 de julio de 2016

Incierto.

He perdido el rumbo y hace tiempo que cambie de dirección. El calor se ha llevado las ganas, la paciencia y ha traído consigo las dudas, el hastío y la incertidumbre. Echo la vista atrás para encontrar el momento exacto en el que tropecé y perdí de vista el final del camino, pero tan sólo veo pasos temerosos algunos por llegar a un final que no desean y otros por la incertidumbre de lo que les depara el camino. He visto también pasos que di como si de un robot me tratase, pero sin embargo no he visto casi ningún paso en vano, y eso -en parte- me tranquiliza.
Estoy en stand by. Emocional, física y psíquicamente. No puedo sentir nada más allá de este miedo al futuro, no puedo caminar más de dos pasos sin miedo a darlos en una mala dirección y no puedo dejar de pensar qué rumbo quiero llevar o qué estoy haciendo ahora mismo con mi vida.

Nunca me he considerado una persona con las ideas claras o una persona decidida, pero esta incertidumbre está acabando poco a poco conmigo.