lunes, 29 de julio de 2019

Hasta que se rompa el aire.

Cuántas veces pregunté por ti al viento y te busqué en el ojo del huracán.
Cuántas, creí que serías sol de enero y apareciste por azar tras la brisa otoñal.
Me despeinaste las inseguridades, calmaste mi tempestad,
desafiaste el viento con tu voz y marcaste a hierro candente mi corazón.

Me creí diminuta y aún así me ensalzaste,
rompí cien espejos que convertiste en vidriera.
Escondí mi voz y aún así presumiste de ella.
Cerré los ojos y me perforaste el alma,
los abrí y rompiste las murallas.
Sellé mis labios y encontraste la llave.

Lograste lo imposible, lo que nunca nadie. Quédate hasta que se rompa el aire.