martes, 6 de diciembre de 2011

Un juego de niños.

Es tan solo un juego en el que no puede haber perdedores, no nos podemos enganchar a él, recuérdalo bien o perderás.Sí, se está tan a gusto entre tus brazos y tan a gusto al calor de una manta en estas tardes de invierno, pero es un juego peligroso... Sí, los dos tenemos una coraza inquebrantable, heridas de guerra en carne viva que nos hacen más sensatos, que nos frenan y nos permiten evitar daños, pero hay un arma que como quiera romper toda barrera lo hará, y hay que estar alerta para evitarlo.





No esperes que me quede un rato, ni mucho menos, para siempre.
No esperes que me haga adicta de tus besos, mucho menos, de tus labios.
No esperes que te mire diferente, mucho menos, que me pierda en tus ojos...
(...)
:)

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