martes, 5 de abril de 2011

estrella, stella, star...

Suenan notas de piano en su cabeza, grande el maestro que las entona haciendo que ella derrame una lágrima al ver como cada una de esas notas trae consigo cierto sabor del pasado mezclado con el presente y un posible futuro. Felicidad, Melancolía,Nostalgia...un torrente de sensaciones recorre su cuerpo. Y de repente, una estrella cae del cielo directa a sus manos. "Es preciosa"-piensa- "Realmente bonita, incluso se puede apreciar un brillo especial en ella..." Esta estrella llegaba en un momento tan oportuno, que su cara se iluminó con una preciosa sonrisa que el mundo hacía tiempo no contemplaba. Pero de repente un rayo cruzó su cara y su expresión cambió completamente. "Siento que no es mía... me encantaría conservarla, pero hay algo que me dice que no durará mucho tiempo entre mis manos...¿Debería soltarla en este preciso instante o disfrutar de ella cuanto tiempo se me permita?" Las dudas asaltaron a la joven. Ella trataba de sacar de sí esas dudas y disfrutar de cada rayito que desprendía la estrella sin preocuparle cuánto duraría ese perfecto brillo, pero no podía evitar pensar que aquello tenía fecha de caducidad...
 

1 comentario:

  1. No todo tiene fecha de caducidad, muchas veces somos nosotros mismos los que inconscientemente lo hacemos. Apague el cerebro y disfrute del momento, señorita Santiago, que tiene dieciocho años y millones de momentos geniales aun por coleccionar, oler, morder y saborear :)
    LIVE, LOVE, LAUGH, ¿y para qué más?
    Un besazo enorme!!

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