domingo, 19 de mayo de 2013

Sin red.

Nos regimos por el miedo, cada día lo tengo más claro. Se me acaban los días, las horas, los minutos, los segundos de mi felicidad y todo por el miedo a no arriesgarnos. Por el miedo a revivir lo que en algún momento nos hizo daño, por el miedo a arriesgarnos. Por el miedo a creer que todas las personas son iguales y nos pueden hacer el mismo daño. Por el miedo, en definitiva, a vivir. Nunca me he caracterizado por mi valentía, pero si se trata de ti, me tiro por un precipicio, sin red, sin paracaídas sin nada que amortigüe mi caída. Porque, en definitiva, eso es amar, ¿no? Si nos dejas intentarlo no dejaré que te arrepientas ni un segundo de haberlo intentado. No te haré daño, protegeré tu corazón como hasta ahora lo he hecho y te haré todo lo feliz que esté de mi mano. Quien no arriesga no gana, ¿no? No son sólo palabras, y lo sabes. Estoy dispuesta a todo si se trata de ti. No te estoy pidiendo un para siempre, eso sólo el tiempo lo decidirá, te estoy pidiendo un "intentémoslo".

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