miércoles, 9 de noviembre de 2011
Bubbles
Hay momentos en los que necesitas un empujón, una mano amiga que te ayude a continuar, un pompero que infle de nuevo esa burbuja para que ni siquiera roce el suelo. A veces, nos centramos en lo malo, en que la burbuja ha descendido, y no nos damos cuenta de lo alto que hemos llegado con ella y de lo alto que llegaremos gracias a esos pequeños descensos que le dan fuerza para continuar su vuelo. Sí, claro que molesta tocar con los pies el suelo, está frío, pero a veces es necesario un choque con la realidad para valorar de verdad nuestra pequeña o gran burbuja. Disfruta de tu chute de felicidad diario, es la sal de la vida.
"La vida es corta: besa despacio, ríe bien alto, ama intensamente y perdona rápido."
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