domingo, 12 de diciembre de 2010

OPTiMiSMO.

No existe la tristeza. No cuando estás con los que más quieres y con los que a poco te sacan una sonrisa. ¿Lastimera? Siento decepcionaros, pero no es así. Basta un cruce de miradas, una sonrisa, un encuentro, una canción, el efecto del alcohol, una estupidez…para verme sonreír. Qué poquito basta y qué fácil es, la lástima es que no nos damos cuenta de los pequeños detalles que nos pueden hacer felices cuando más lo necesitamos. ¿Por qué? Porque nos obcecamos en hundirnos, en no intentar salir a flote. ¿Masoquismo? No creo, más bien falta de tenacidad y positividad. Cuánta falta.
Deberíamos de dejar de ir a 200km/h y detenernos un momento. Ir con calma y poco a poco fijándonos en los detalles más mínimos, que tanto y tan gratamente nos sorprenderían.

“Los pequeños detalles son los que hacen grandes a las cosas”

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