Me iré, desapareceré sin haberte dicho que habías rescatado mi alma en vida.
Marcharé de este mundo y me habré llevado conmigo el secreto a la tumba.
"Podrías cambiar eso, hoy que sigues en pie" y sin embargo prefiero dejárselo al azar,
al olvido. A ese que secuestrará tus recuerdos y hará que dejen de ahogarme las palabras que luchan por salir cuando me sumerjo en tus ojos. Ese que hará que dejen de atarme las cuerdas vocales el miedo a perderte y al rechazo.
Perdí la cuenta de las veces que te he negado y de las que aún me quedan por hacerlo, de los escalofríos que me provocas y de los besos que te robaría. He perdido las coordenadas del lugar exacto de la constelación de lunares que guarda tu cuello y con ellas, mi norte.
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