miércoles, 8 de agosto de 2012

"La vida es un camino...


A veces pensaba que realmente lo que vivía era un sueño porque en ocasiones no recordaba cómo había llegado a donde estaba hasta que se paraba a recordar sus pasos. También creía que era un sueño porque sentía que él y lo que le hacía sentir eran demasiado grandes para ser real.
Esa irrealidad que veía en él y la felicidad que él le proporcionaba, eran tales que le daban miedo porque sólo una vez llego a ser feliz casi de la forma en la que lo era ahora y el dolor de perder esa felicidad fue tal, que no quería ni imaginar el poder perderle a él que tanta paz y tanta felicidad le daba.
Y es entonces cuando él llega con su increíble sonrisa y su facilidad para hacerla reír y feliz como nadie, con esa capacidad que solo él tiene para hechizarla y que se olvide prácticamente hasta de su propio nombre. Ese día apareció con un libro, y con las palabras más bonitas que ella había leído hasta entonces. Le dio las gracias como mejor pudo y cuando marchó a casa, se fue con un nudo en la garganta y lágrimas de felicidad que resbalaban hasta las comisuras de sus labios brillando a la luz de la luna, mientras se dibujaba una triste sonrisa en su cara. Sabía que ese libro y esas palabras eran una promesa de que se volverían a ver, de que sus miedos eran infundados y de que eran una manera de pronunciar las ocho letras de un “te quiero” sin necesidad de palabras además de una forma de asegurarle de que ese momento que estaban viviendo, les pertenecía solo a ellos dos.

"...y este tramo es nuestro"

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