viernes, 16 de septiembre de 2011

Wild world.

Hay veces que te gustaría tener el control del tiempo para volver al pasado y corregir algunas cosas, cambiar otras, repetir esos momentos que tanto te han marcado y detener el tiempo aunque solo fuera un instante para retener un poco más a tu lado a quién perdiste en su día o a quién no has podido volver a ver en mucho tiempo.
Pero el tiempo no perdona, sigue corriendo, no da segundas oportunidades ni repite ocasiones y las manecillas del reloj siguen marcando cada segundo, cada paso que damos , cada latido de nuestro corazón, inexorablemente y sin que nadie pueda impedírselo.
Aún así, el tiempo me ha enseñado que cada paso que damos, lo marcamos nosotros; que algunas segundas oportunidades las decidimos nosotros y que hay formas de cambiar algunas de nuestras acciones. Me ha enseñado también, que al correr tan rápido, tengo que aprender a ralentizarlo y disfrutar de cada pequeño detalle que nos regala el día a día.Y cómo no, este sabio amigo, también me ha enseñado que la vida está plagada de casualidades y sorpresas que nos sacarán una sonrisa de oreja a oreja :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario